viernes, 26 de julio de 2013

Cuando vayas a la playa no te olvides la toalla.

¡¡¡Veranito sííí!!! He estado desconectada varias semanas, sin wifi, sin ná, y con mono de escribir para traerte muchas cositas chulis. Por cierto, ¿soy la única que desconecta cuando va de vacaciones? veo que hay blogs que no descansan, mentes que están siempre conectadas, pero eso no es para mí. Me gusta internet, y me entretiene más que a mi hijo un puzzle, pero no sé, yo creo que hay momentos para todo, y es bueno desconectar de todo de vez en cuando, así que te recomiendo 100% que cuando salgas a descansar en vacaciones pruebes a estar sin móvil y sin internet, al menos cinco días. Bueno, te dejo hacer la llamadita de rigor a mamá, para que sepa que has llegado, pero nada más. 

Hoy voy a hablar sobre el kit básico para llevar a la playa, un post que medio preparé antes de volar a España, y que ingenuamente pensé que escribiría durante el vuelo, jajaja, me parto, no lo hice. ¡Un vuelo de diez horas, y no lo hice! era de noche, y no hubo manera de escribir... Bueno, a lo que voy, hoy traigo mi kit básico para ir a la playa con niños pequeños, y aunque soy consciente de que en el otro hemisferio es invierno, no me veo capaz de pensar en el frío con estas temperaturas caribeñas, lo siento.

El momento de estar en la playa va asociado al relax, sólo hasta que llegan los niños y vas con toda la quincalla. Que si mete esto, que si lo otro, que si llegas y se te ha olvidado algo.... es un despliegue logístico de magno calibre, ¡madre de Dios! hasta que le pillas el truco, y al final sólo hay que tener claro los cuatro básicos para recibir de sol y del calor las cosas buenas, y lo demás pa él.
Así que nunca debemos olvidar: el protector solar, la sombrilla con protección solar (sobre todo con bebés, porque los más mayorcitos no se quedan quietos debajo de la sombrilla ni de coña), top con protección solar (lo que viene a ser la lycra de hacer surf pero con protección, si se la deja poner) gorro, toalla, algún juguete (sin comerte la cabeza, al final los críos disfrutan con lo más básico, y recomiendo que pruebes a ir más de un día sin juguetes, yo lo hago queriendo y sin querer, y el Periquín se lo pasa igual de bien) y agua. Esto es lo que yo encuentro más importante, luego nos podemos complicar lo que nos apetezca, vale?
Así que empezamos con la protección solar, y te voy a hablar de la que para mí es la mejor de las cremas que he utilizado a lo largo de los años, teniendo en cuenta que yo soy del color de un folio y que a nada que tomo el sol se me llena la cara de pequitas, tengo callo eligiendo cremas y una amiga dermatóloga que me da algún consejo. En mi opinión la palma de oro de los protectores solares es para Isdin pediatrics transparent spray 50+

Isdin pediatrics alrededor de 17€

Este año hemos comprado éste que veis en la foto, que es un gel transparente que se pulveriza con un spray, muy fácil de aplicar y por tanto super cómodo para dar a los pequeñines, ¡tanto que incluso lo usamos los mayores! Es resistente al agua, a los roces, y da sensación de frescor, está genial. Desde Isdin dicen que: "la utilización de un fotoprotector durante los primeros 18 años de vida, disminuye en un 78% la probabilidad de desarrollar cáncer de piel en el futuro" y que "el riesgo de melanoma se duplica al haber sufrido una o más quemaduras solares durante la infancia o adolescencia" Por ello y con el objetivo de concienciar a los más pequeños de la importancia de adquirir hábitos adecuados a la hora de exponerse al sol, desde Isdin se celebra la campaña Fotoprotégete Bien .


Vamos con la sombrilla, ¿a quién no le ha pasado el hecho de ir a comprar una una sombrilla y darse cuenta de que llevaba toda la vida poniéndose debajo de una telilla que al final no filtraba los rayos chungos del sol? a una servidora sí. O sea, que todas esas horas que tu madre te obligó a sentarte debajo de la sombrilla de flores feas y de rayas marineras después, no sirvieron de mucho, porque ahora me he enterado de que la sombrilla tiene que tener protección solar. Para ello te voy a enseñar la sombrilla que vi en Decathlon con UPF50+, tubos de aluminio y varillas de fibra de vidrio, resistente al viento y con dos años de garantía, ¡me la quitan de las manos oiga!

Sombrilla para UV UPF50+, de Decathlon, 27,95€



Super útil, el chirulito para clavar la sombrilla en la arena 3,99€ en Decathlon


Para cuando no está el niño debajo de la sombrilla y además de la crema creemos conveniente que se ponga la lycra con protección solar, que puede parecer exagerado pero cuando son bebés está muy bien, tenemos este modelo de Decathlon, a partir de 12 meses, pensado especialmente para los que disfrutan a tope de la orilla del mar.


Lycra con protección 9,95€ de Decathlon


No te olvides del gorrito, la toalla, el cubo y la pala, y sobre todo mucha agua, frutita y demás, que es super importante para mantener a los peques y a nosotros mismos bien hidratados.

A pasarlo estupendo y ¡disfruta del veranito!

Esta es de cuando estuve los primeros días de vacaciones con mi sobrina y mi periquín






lunes, 8 de julio de 2013

Estoy off line

Como ya sabéis la mayoría de los lectores de este blog, en estos momentos estoy viviendo una experiencia muy especial y única: el primer reencuentro con mi familia y amigos desde que el 25 de enero de 2010 me cambiara la vida al ir a vivir al extranjero. Cada semana voy a estar en lugares diferentes aprovechando esta oportunidad que me da la vida. Me llenaré y os contaré un montón de cositas cuando vuelva.  De momento estoy escribiendo todo en un bloc de notas... ¡nos vemos pronto!


Pablo flipando con los aviones al llegar

miércoles, 3 de julio de 2013

Tortilla de patatas jugosa para dos, paso a paso. Un must en los cumpleaños infantiles.

Hoy os voy a enseñar a hacer un plato que no ha de faltar en nuestra vida, sobre todo en los cumpleaños, y que gusta a la mayoría de la gente, se trata de una tortilla de patatas sin cebolla, al estilo jugosón, porque estoy cansada de comer por ahí tortillas secas, que parecen ladrillos de la construcción. Aparentemente es un plato sencillo que no entraña dificultad si se sigue la receta paso a paso. Digo que es aparentemente sencillo, porque la verdad es que hay tortillas malas... maalas...!!! que no sé por qué pudiéndolas hacer bien, salen tan mal.





Ingredientes:

  • 800 gr de patata nueva o semi nueva.
  • 500 ml de aceite de oliva o girasol (para gustos)
  • Una cucharadita de 5ml de sal (o un poco más, o un poco menos, eso ya depende de los gustos)
  • Opcional: cebolla,  un pedacito, que viene a ser como 15-20gr.
  • 3 huevos L.
  • Una buena sartén antiaderente, de 21 cm de diámetro

Vamos con el paso a paso:

Pelamos en un plato llano unos 800 gr de patatas, las embadurnamos de sal y troceamos la cebolla encima (recuerdo que lo de la cebolla es opcional porque hay gente no la puede ni ver en la tortilla) Otra opción es pochar la cebolla a parte y verterla luego en la mezcla con el huevo, si es que vamos a hacer muchas tortillas en la misma satén y las queremos sin cebolla y con cebolla, pero no queremos que nos coja sabor el aceite. Aviso: no queda igual de rica.
A mí personalmente me gusta hacerlo con patata nueva o semi nueva, ideales para freír, y de mi tierra, la variedad Monalisa, una patata versátil, duradera y barata. Si es patata de Álava, mejor. En cuanto a cómo cortar las patatas también hay variedad de modalidades, hay gente que la corta en cuadraditos, pero a mí me gusta así, como se ve en la foto:

Esta vez la mía no lleva cebolla, pero yo la adoro con cebolla.


Colocamos aceite de oliva en la sartén, a fuego alto. Aunque el de girasol aguanta temperaturas más altas, el aceite de oliva le da un saborcito mucho mejor a la tortilla. 



Vertemos en la sartén, con el aceite ya caliente, las patatas con la sal y la cebolla picada. 
Tapamos con una tapa y debemos conseguir un punto en el que la patata no se fría del todo y pero sí que queden todas doraditas por fuera y cocidas por dentro:

se ve que algunas están cogiendo ese puntito dorado que yo recomiendo

Mientras hacemos las patatas en la sartén, batimos los tres huevos en un bol con un pellizco de sal. Batiremos bastante porque queda más esponjosa, así que darle bien al tenedor y a batir!
Una vez cocinadas las patatas de la sartén, las sacamos con una espumadera y las vertemos al bol de huevos batidos.



Retiramos todo el aceite de la sartén y la dejamos sin nada de aceite, sólo con lo que ha quedado después de verterlo en la aceitera, que serán gotitas.

¡Y ahora viene cuando nos la jugamos!

colocamos la sartén a fuego alto, que coja bien de calor, pero ojo que no se queme!

Echamos la mezcla de huevos y patatas en la sartén, la dejamos  unos seis, siete segundos para que dore la parte externa, pero que nunca se cuaje el huevo de dentro. Cogemos un plato llano y lo colocamos encima de la sartén para dar la vuelta a la tortilla. Y hacemos otra vez lo mismo, que coja un poco de calor la sartén, le echáis unas gotitas de aceite de oliva, y vertemos la tortilla para que se haga por el otro lado, y ya la tenemos:




Espero que os salga bien, ya me contaréis. 

¡¡¡Besos mil!!!

lunes, 1 de julio de 2013

Jet lag en niños y adultos, y entretenimiento para el avión.

Tengo muchas ganas de hablaos sobre el jet lag, porque es algo en lo que yo nunca había reparado simplemente porque no hacía viajes largos. Ahora que mi familia vive a 14000km de distancia, es un tema que me preocupa no sólo por mí, sino también por mi hijo, aunque es el que mejor lo ha llevado siempre, dicho sea de paso.


Periquín tiene esa habilidad a la hora de ponernos a hacer la maleta, la siente muy suya...


El jet lag a fin de cuentas es un desajuste de nuestro reloj interno cuando nos desplazamos un porrón de horas, no es más, lo complejo es que muchos, como es mi caso, lo sufrimos en nuestras carnes, y para minimizar el choque que produce el cambio de hora es conveniente seguir algunos consejos útiles antes, durante y al llegar del viaje. Lo primero que hemos de saber es que el cuerpo tiende a prevalecer, por lo que debemos hacer un trabajo extra, como si tuviéramos que moldearlo, y adaptarlo cuanto antes al nuevo ritmo del lugar al que viajamos. Puede parecer un tanto snob hablar de estas cosas, pero es un tema cada vez más común, por un lado porque las vacaciones a lugares lejanos se han abaratado bastante y como consecuencia son más comunes de lo que eran antes, y por otro porque las familias en España comienzan a tomar consciencia de que se vivirá allí donde tengamos trabajo, algo cada vez más común por muchos motivos como la globalización o la crisis en nuestro país. En nuestro caso es Brasil, y aunque a veces hablamos de ir y venir como si fuésemos en el tren de cercanías, ojo, no debemos olvidar que un viaje como el que nos calcamos nosotros no es moco de pavo (tres aviones para ir y tres para volver). Por tanto, es algo a tener muy en cuenta, ya que las vacaciones de nuestros sueños se pueden convertir en una resaca sin fin, y para cuando le hemos pillado el truco nos tenemos que volver. 

Yo nunca he tomado pastillas para dormir ,ni melatonina, ya que viajo con un niño y tengo que estar fresca para atenderle si lo necesita, así que me pasa muchas veces cuando vuelo de día, que veo a la gente durmiendo de doce del mediodía a ocho de la tarde, me dan una envidia... y yo tengo que estar dando palique a mi hijo para que no se entere todo el avión de que estamos en ese "super divertido" medio de transporte en el que cuando él quiere en brazos o ir al baño, salta la luz de abrocharse el cinturón. Los niños son así, no lo hacen por jorobar, y nosotros tenemos que ir super concienciados y saber a qué nos vamos a enfrentar, a la hora de contratar un vuelo de este tipo. Así que es conveniente llevar organizadas una serie de actividades que se prolonguen a lo largo del viaje. Yo como maestrilla, pues me lo planifico como si fuera el trabajo, y programo una actividad cada media hora e incluyo las comidas y las siestas que toca hacer durante el viaje. Todas ellas las realizo con un libro que a él le guste, plastilina, una peli (porque el cutre avión de Iberia en el que suelo volar no tiene pantallas individuales),  una caja pequeña con cuatro puzzles, pinturas, bloc de notas, y sí, un Ipad bien cargado de aplicaciones. Todo esto se lo voy dosificando poquito a poco, y lo llevo ya pensado desde el día anterior, y entre jugar, comer, y dormir, se hace llevadero (no os voy a decir que se pasa bien, porque el avión no es lo más cómodo y divertido del mundo), si nos organizamos bien, sacamos más tiempo del que se piensa para nosotros . Recordad que es importante hidratarse bien, comer sano y no tomar bebidas carbonatadas y alcohol.

Por tanto, como hago el viaje en las mismas condiciones que mi hijo, ambos vivimos la llegada al nuevo destino casi de la misma manera (aunque él mejor que yo...). Dicen por ahí, que el cuerpo tolera mejor los viajes hacia el oeste que hacia el este, aunque en mi caso cuando llego a Brasil estoy muchísimo más cansada que cuando voy a España, así que la regla tiene sus excepciones, que me imagino que irán ligadas también al ritmo particular que tiene cada persona. 

Una de las cosas que podemos ir haciendo con nuestros hijos es ir adaptándonos al horario de destino unos días antes, siendo más madrugadores  y acostándonos antes si fuésemos hacia el este. En nuestro caso como nos llevamos cinco horas de diferencia en esta época del año, es bastante complejo. Además el ritmo de trabajo y colegio hasta el día anterior al viaje, no nos permite hacer truquillos de este tipo, pero intentaré ganar un par de horas antes de viajar.

Si no pudiéramos comenzar con la adaptación unos días antes, lo que tenemos que hacer sí o sí es adaptar nuestros horarios de comidas y sueños al lugar al que llegamos, algo verdaderamente importante para minimizar los efectos del jet lag, aunque nos cueste, con el paso de los días llevaremos mejor nuestra llegada. 

Así que preparad un buen kit si viajáis con niños estas vacaciones, mucho humor y no os agobiéis, que se puede, os lo dice una sufridora del tema. Este de aquí debajo es el Periquín en su salsa.





P.D: no olvidéis en el momento de hacer la reserva de solicitar el menú para bebés y niños, o de pedir una cunita si viajáis con un bebé.

Aquí os dejo una calculadora de jet lag, que en función del desfase horario te da una serie de recomendaciones.