miércoles, 19 de junio de 2013

Toca quitar el pañal diurno, ¡lo hicimos en tres días!


Llega un día en el que todos pensamos en una posible fecha para quitar el pañal diurno, y yo creo que a todos nos pasa lo mismo, que no sabemos si es el momento, o no.  Yo os voy a contar mi experiencia y después de leer el post os animo a que nos contéis las vuestras, porque todo nos puede ayudar en esos momentos en los que queremos lanzarnos, pero nos falta un empujoncito.



En estos temas de quitar el pañal hay dos partes activas muy a tener en cuenta, que son: padres y niños. De manera que formemos un equipo fuerte y creamos en lo que estamos haciendo. Yo he oído diferentes casos de cómo los niños afrontan esta nueva etapa, desde los que toman la iniciativa y deciden arrancarse el pañal porque ven que ya no lo quieren, los que lo llevan a gusto pero sabemos que si les motivamos conseguirán quitarlo sin problema alguno, y los que les cuesta un poquito más porque emocionalmente no estaban tan maduros. La eterna duda es ¿cuándo es el momento? 

Cuando los niños tienen alrededor de 24 meses es hora de deshacernos de los pañales y empezar a pensar qué día vamos a ayudar a nuestros hijos a hacer pis y caca en el baño. Antes de esa fecha no es recomendable, porque el propio cuerpo no está preparado fisiológicamente para dar el paso, y se puede convertir en una frustración, así que sin prisa, pero tampoco lo dejéis para cuando tienen 36 meses que entonces se encariñan y les cuesta más dejarlos. Yo sobre todo veo muy práctico quitar el pañal por el tema de las cacas, que a medida que van creciendo son más de persona mayor ,y a veces no hay pañal que pueda albergar semejante regalito de la naturaleza sin que tengamos que limpiar el excedente que el pañal no puede recoger, y termina siendo un espectáculo cada vez que el niño ha hecho de vientre. Si vemos que el pequeño lo pide a toda costa, bien porque tiene un hermano mayor y le quiere imitar, o bien porque lo ve en la escuela, e intuímos que tiene un verdadero interés por dejar atrás los pañales, yo lo que recomiendo es apoyarle y empezar con la tarea. Otro caso, como fue el mío, es cuando el niño  lleva el pañal tan feliz, pero si se lo proponemos y le hacemos ser consciente de que es un paso nuevo que hay que dar, y se lo presentamos como algo atractivo, se torna protagonista de la aventura y normalmente lo acogen con agrado.

Hay mucha gente que dice que para comodidad de los padres la fecha estrella de quitar el pañal es durante la época estival, yo personalmente pienso que el calorcito ayuda para no exponerles a frios y cosas por el estilo, pero creo que cualquier fecha puede ser adecuada si vemos que el niño lo demanda. Al final es organizarse y adaptarnos a lo que toque pasar.

Ahora vamos con el cómo. Porque a decir verdad, es a base de recopilar experiencias de nuestro alrededor y un poquito de internet, la manera en la que demos el paso. Entonces nosotros lo que hicimos fue lo siguiente:
Un par de semanas antes de querer ayudarle con la "operación pañal" hay que mentalizarles y para eso vino su tío Eko, y le trajo un orinal con forma de bañito, para niños ¡que monada!. Decidimos que mejor empezara con un bañito de su tamaño para así no depender siempre de un adulto y poder ir él sólo a demanda propia (sobre todo con el tema del pis). 


Actualmente tiene tres años, y utiliza un reductor en un baño de adulto, porque no nos cabía el bañito en la maleta, y al final necesita un peldañito para poder llegar a sentarse bien sin que acabe el reductor descolocado, pero bueno, ya no vamos a comprar otro orinal porque se ha acostumbrado a hacer todo  en el inodoro. He de decir que hay niños que le tienen mucho apego a sus caquitas, y les impresiona mucho ver cómo se van cuando damos la bomba, o les da no sé qué enfrentarse  a ese agujero con agua que se lleva todo lo que pilla a su paso. Así que lo más habitual es comprar un orinal de toda la vida de Dios, y listo.

Entonces, en esas semanas previas, fue cuando le empezamos a hablar, y le contamos cómo veíamos que cada vez estaba creciendo más, y que los mayores no usamos pañal, que nosotros utilizamos el baño, le enseñas a bajarse el pantalón... etc (para ello es recomendable usar ropas que faciliten que ellos mismos puedan ir al baño sin pedir ayuda). Todo ello acompañado de este gran vídeo:



  

Y entre un viernes, un sábado y un domingo sin planes fuera de casa y de mal tiempo, aceptó usar el baño sin ningún problema. Lo que hicimos fue tenerle en pelotillas de cintura para abajo, todo el fin de semana. Calefacción encendida y mentalidad de no retorno. Nosotros aprovechamos para hacer típicas cosas de casa que nunca hacemos, pendientes del niño al mismo tiempo, claro está, y él mientras tanto tan feliz aprendiendo a ir al baño. Lo hicimos así porque fue lo que nos contó una amiga nuestra, que a su vez era su profesora, ya que dicen, que toman más consciencia de lo que ocurre cuando se hacen un pis en el suelo que cuando simplemente mojan la ropa. Por tanto durante ese fin de semana le ofrecimos más agua de lo habitual, y estuvimos pendientes en todo momento, pero sin agobiar. Si tiene algún escape, se recomienda decirles en tono firme que el pipi y la caca no se hacen el suelo, se hacen en el baño. Y les animamos a que limpien con nosotros lo ocurrido. En ningún caso deben sentir en nuestro tono de voz que nos han decepcionado, ni debemos hacerles sentir vergüenza, ni mucho menos gritarles. Recordad que siempre que lo haya hecho bien, es muy gratificante para ellos que compartamos ese momento de superación, y por tanto de felicidad, por ello cuando consigan utilizar el orinal debidamente les alentaremos felicitándoles, explicándoles lo bien que lo han sabido hacer, e incluso cantarles una cancioncilla que les divierta.

El domingo, salimos a comprar el pan y a hacer algún recadito, para ver cómo se nos daba salir a la calle. Por supuesto estrenó calzoncillos, lo cual le hizo mucha ilusión. Entonces, le pones a hacer pis justo nada más salir de casa, ¡y a la calle!. Lo mismo el lunes al ir a la escuela, y entre unos y otros ya veréis como lo hacen fenomenal. Si en estos tres días no ha aprendido a usar el baño y vemos claramente que no era el momento, se recomienda esperar un mes y volver a intentarlo. Yo creo que si de cada tres pises, dos, no tiene la clara intención de ir al baño, no es el momento, pero bueno, eso es lo que yo creo, luego cada uno debe decidir en función de lo que su sentido común le diga. 

Así que nosotros con respecto al pis no tuvimos ningún problema, la caca ya fue otro cantar, porque le intimidaba más y sólo se las hacía en el pañal, en la siesta o por la noche. Pero poco a poco (nos llevó cuatro o cinco meses que dejara de hacerse la caca en el pañal), hablando con él, intentando pillarle el momento "all bran", y haciéndole entender que lo chuli era hacerlas como los mayores, lo fue entendiendo y empezó a hacerlas también en el baño.

Por último, recordad que los críos aprenden muy rápido y que en un par de semanas lo pillan perfectamente. De todas maneras es importante no dramatizar, si se mean se les cambia y punto, peor es cuando se mean en mitad de la noche y te llaman porque se han dado cuenta de que se han mojado, más relájale, más cámbiale el pijama, más cámbiale las sábanas y vuélvele a acostar, si tienes suerte y no son las 6:30, esa hora tonta en la que igual no se vuelve a dormir, pues estás de enhorabuena. Cómo se nota que estoy ahora en esa fase ehhh....

Espero que os sirva de ayuda este post, y desde aquí os mando paciencia, paciencia, que todo ha de ir pasando, pero con mucho amor  ¡un abrazo!


2 comentarios:

  1. hola Laura!!!!!
    Es curioso como nos las apañamos cada uno para enfrentarnos a quitarle el pañal. Nosotros por fin lo hemos conseguido.
    Ines sin pañal.!!!

    Animo con el blog!

    Elena

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  2. Hola Elena!!!!!
    Qué bien vernos por aquí!
    pues sí, la verdad es que con respecto a las técnicas de quitar el pañal no hay una regla a seguir al pie de la letra. Si te apetece contarnos cómo ha sido vuestra experiencia, adelante, que a más de uno le gustará leer otra experiencia pañalera. Enhorabuena a Inés y a vosotros por haberlo logrado.
    Un abrazo!

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