lunes, 1 de julio de 2013

Jet lag en niños y adultos, y entretenimiento para el avión.

Tengo muchas ganas de hablaos sobre el jet lag, porque es algo en lo que yo nunca había reparado simplemente porque no hacía viajes largos. Ahora que mi familia vive a 14000km de distancia, es un tema que me preocupa no sólo por mí, sino también por mi hijo, aunque es el que mejor lo ha llevado siempre, dicho sea de paso.


Periquín tiene esa habilidad a la hora de ponernos a hacer la maleta, la siente muy suya...


El jet lag a fin de cuentas es un desajuste de nuestro reloj interno cuando nos desplazamos un porrón de horas, no es más, lo complejo es que muchos, como es mi caso, lo sufrimos en nuestras carnes, y para minimizar el choque que produce el cambio de hora es conveniente seguir algunos consejos útiles antes, durante y al llegar del viaje. Lo primero que hemos de saber es que el cuerpo tiende a prevalecer, por lo que debemos hacer un trabajo extra, como si tuviéramos que moldearlo, y adaptarlo cuanto antes al nuevo ritmo del lugar al que viajamos. Puede parecer un tanto snob hablar de estas cosas, pero es un tema cada vez más común, por un lado porque las vacaciones a lugares lejanos se han abaratado bastante y como consecuencia son más comunes de lo que eran antes, y por otro porque las familias en España comienzan a tomar consciencia de que se vivirá allí donde tengamos trabajo, algo cada vez más común por muchos motivos como la globalización o la crisis en nuestro país. En nuestro caso es Brasil, y aunque a veces hablamos de ir y venir como si fuésemos en el tren de cercanías, ojo, no debemos olvidar que un viaje como el que nos calcamos nosotros no es moco de pavo (tres aviones para ir y tres para volver). Por tanto, es algo a tener muy en cuenta, ya que las vacaciones de nuestros sueños se pueden convertir en una resaca sin fin, y para cuando le hemos pillado el truco nos tenemos que volver. 

Yo nunca he tomado pastillas para dormir ,ni melatonina, ya que viajo con un niño y tengo que estar fresca para atenderle si lo necesita, así que me pasa muchas veces cuando vuelo de día, que veo a la gente durmiendo de doce del mediodía a ocho de la tarde, me dan una envidia... y yo tengo que estar dando palique a mi hijo para que no se entere todo el avión de que estamos en ese "super divertido" medio de transporte en el que cuando él quiere en brazos o ir al baño, salta la luz de abrocharse el cinturón. Los niños son así, no lo hacen por jorobar, y nosotros tenemos que ir super concienciados y saber a qué nos vamos a enfrentar, a la hora de contratar un vuelo de este tipo. Así que es conveniente llevar organizadas una serie de actividades que se prolonguen a lo largo del viaje. Yo como maestrilla, pues me lo planifico como si fuera el trabajo, y programo una actividad cada media hora e incluyo las comidas y las siestas que toca hacer durante el viaje. Todas ellas las realizo con un libro que a él le guste, plastilina, una peli (porque el cutre avión de Iberia en el que suelo volar no tiene pantallas individuales),  una caja pequeña con cuatro puzzles, pinturas, bloc de notas, y sí, un Ipad bien cargado de aplicaciones. Todo esto se lo voy dosificando poquito a poco, y lo llevo ya pensado desde el día anterior, y entre jugar, comer, y dormir, se hace llevadero (no os voy a decir que se pasa bien, porque el avión no es lo más cómodo y divertido del mundo), si nos organizamos bien, sacamos más tiempo del que se piensa para nosotros . Recordad que es importante hidratarse bien, comer sano y no tomar bebidas carbonatadas y alcohol.

Por tanto, como hago el viaje en las mismas condiciones que mi hijo, ambos vivimos la llegada al nuevo destino casi de la misma manera (aunque él mejor que yo...). Dicen por ahí, que el cuerpo tolera mejor los viajes hacia el oeste que hacia el este, aunque en mi caso cuando llego a Brasil estoy muchísimo más cansada que cuando voy a España, así que la regla tiene sus excepciones, que me imagino que irán ligadas también al ritmo particular que tiene cada persona. 

Una de las cosas que podemos ir haciendo con nuestros hijos es ir adaptándonos al horario de destino unos días antes, siendo más madrugadores  y acostándonos antes si fuésemos hacia el este. En nuestro caso como nos llevamos cinco horas de diferencia en esta época del año, es bastante complejo. Además el ritmo de trabajo y colegio hasta el día anterior al viaje, no nos permite hacer truquillos de este tipo, pero intentaré ganar un par de horas antes de viajar.

Si no pudiéramos comenzar con la adaptación unos días antes, lo que tenemos que hacer sí o sí es adaptar nuestros horarios de comidas y sueños al lugar al que llegamos, algo verdaderamente importante para minimizar los efectos del jet lag, aunque nos cueste, con el paso de los días llevaremos mejor nuestra llegada. 

Así que preparad un buen kit si viajáis con niños estas vacaciones, mucho humor y no os agobiéis, que se puede, os lo dice una sufridora del tema. Este de aquí debajo es el Periquín en su salsa.





P.D: no olvidéis en el momento de hacer la reserva de solicitar el menú para bebés y niños, o de pedir una cunita si viajáis con un bebé.

Aquí os dejo una calculadora de jet lag, que en función del desfase horario te da una serie de recomendaciones.


4 comentarios:

  1. Me parece de mucho interés tus consejos por aquello de que la experiencia es la madre de la ciencia.Creo que estos consejos se debieran adjuntar con los billetes y sobre todo cuando hay presencia de niños.Gracias por compartir estos conocimientos sufridos en propias carnes.

    VOLADOR

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  2. Muchas gracias Volador, por compartir tu opinión con nosotros. A mí nadie me dio consejos la primera vez que cogí un transoceánico con mi hijo, por eso me apetecía compartirlo con mis seguidores. Un abrazo!!

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  3. Buenos días, Lauripenny comparto tu opinión sobre el post, cuando se viaja con niños hay que llevar un buen surtido de entretenimientos y sobre todo cuando el viaje son tantas horas de vuelo. Mi experiencia con dos niños? bueno primero decir que mis chicos ya son grandes y no es lo mismo que cuando son pequeñitos, aunque ellos también llevan sus cositas para entretenerse, sus juegos, música, revistas o libros y junto con las pelis que siempre suelen poner en el avión da mucho juego.
    Nosotros solemos coger el vuelo para salir del destino de partida de noche con el fin de que después de cenar podamos dormir lo máximo posible y luego con sus entretenimientos de suficiente para llegar al siguiente destino que será por la mañana para tener todo el dia por delante y poder hacer planes visitar familiares, ir de compras, salir a comer fuera, tomar café con amigos, sobre las 7 ó las 8 estar en casa, ducha, cena y a dormir. Y esto es lo que mi familia solemos hacer para adaptarnos lo antes posible.
    Espero que nuestra experiencia os sirva y gracias por dejar que pueda compartir todos vosotros y sobre todo a ti Lauri

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  4. Muchas gracias a tí, lo bonito de ésto es ir contándonos las miserias y las alegrías, que seguro que a más de uno le sirven para ver que no está equivocado, ni loco. Yo, siempre que vuelvo a Brasil estoy agotadísima, a las seis de la tarde me duermo por las paredes! me cuesta muchos días recuperarme, y si no tienes a alguien alrededor al que le pase lo mismo, nadie te entiende...
    Un abrazote!!

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